por Sandra Pedraja
Fiigueers: arte, papel y rock & roll
FIIGUEERS
Desde Alicante, el artista chileno Fiigueers transforma los muros en expresión y el papel en manifiesto. Su universo mezcla ironía, biografía y cultura pop con una mirada crítica y sagaz.
En esta conversación nos cuenta cómo nació su alter ego, qué le inspira y por qué el arte urbano sigue siendo el grito más honesto de la calle.
AutoBIOgrafía.
Hola, me llamo Esteban Figueroa pero todos me conocen como Figue. Nací en Chile, entre Arica y Tierra del Fuego, en el lugar más exclusivo y top de la marginalidad. Mis padres son lo más y mi hermana, preciosa mujer de corazón puro, aunque en mi infancia más de una vez, me tiró del pelo con fraternal molestia. Estudié criminología dos años y me aburrí, así que como no sabía qué hacer, me vine a España con 20 Septiembres. Mientras vagué por un sin fin de trabajos variopintos, me case con la mujer de mi vida y tenemos un terremoto y una tormenta que nos inspiran y alegran el día. Gozo con los documentales y biografías, me encanta el helado de pasas al ron, me auto-ayudo escuchando podcast sin sentido y leyendo el horóscopo diariamente. Me vuelve loco el Rock, pero de ese más melódico. Mis tiempos de Heavy se fueron al igual que parte de mi pelo. El corazón me late bien, doy las gracias todos los días por existir y como dato curioso, soy el autor de todas las locuras que verás a continuación.
- ¿Cómo nació Fiigueers y qué significa este nombre para ti?
Fiigueers como tal, nace en plena pandemia, cuando ya estaba haciendo mis primeros pinitos con el paste up. Sabía que tenía que hacerme un Instagram si o si, ¿pero qué nombre me ponía en la cuenta?, entonces escucho la voz de mi doncella diciendo Figue! en ese momento pensé, desde que estaba en el Instituto que me llaman así, que mejor nombre que el diminutivo de mi apellido (Figueroa). Entonces, lo busqué y ya estaba cogido, fue en ese momento que me acordé de uno de mis ídolos del Pasteup que duplica la Z en su Instagram -@caiozzama- . Ahí se me alumbró la ampolleta y comencé a jugar con las letras hasta que salió Fiigueers. Y contestando a la pregunta, ¿qué significa para mí? , para mí significa aparte de ser mi marca, es parte de mi historia, es mi amigo y mi desconexión de lo terrenal cuando empiezo a crear.
2. ¿Qué te atrajo del paste-up y de intervenir el espacio público con papel, frente a otras formas de arte urbano?
Es una técnica súper linda y amigable, solo necesitas papel, cola y tu creatividad. Es una técnica que no necesita tener conocimientos de dibujo, ni estudios de arte, como fue mi caso cuando la descubrí. Yo en realidad, no sé dibujar ni una patata, pero siempre he tenido esa vena creativa y cuando llegó a mí el paste up, me abrió un abanico de posibilidades en mi cabeza. Aparte es una técnica poco invasiva ( al ser papel) y muy efímera ya que está expuesta a las inclemencias del tiempo y de los transeúntes, que dentro de su yo interno, de una u otra forma, la intervienen, dándole un valor y lenguaje distinto día a día a la obra, que me rechifla.
3. Tu trabajo conecta con la tradición del arte protesta. Un ejemplo se aprecia en tu obra de Gandhi con guantes de boxeo, donde transformas un símbolo de paz en un manifiesto contra la guerra. ¿Qué lugar ocupa para ti esa dimensión crítica y política dentro de tu trabajo?
Sí, tengo varias obras súper potentes que nacen directamente de mi dolor y rabia por la situación en la que esté viviendo. Es imposible ser indiferente a nuestra actualidad, aunque en lo personal trato de estar lo más alejado de ella, por un tema de salud mental. Pero hay momentos en los cuales, el exilio no es un refugio y necesito demostrar mi tormenta y mi empatía, como es el caso más actual en mi obra de Gandhi. Contestando a tu pregunta, en mi trabajo, me gusta guiarme más por lo que me apasiona, que son las biografías, historia, el Rock y el Pop. De ahí saco mi cóctel creativo, en donde mi línea es poder rescatar a personajes del pasado que hicieron algo para nuestro presente, sea bueno o malo, sin ellos, lo contemporáneo sería quizás, bastante distinto y eso es lo que me mueve de verdad
4. ¿Eres más de Banksy o de Obey? ¿Qué te inspira de cada uno y qué distancia sientes con ellos?
Para mí son los dos muy cracks, referentes y leyendas, pero debo dar mi voto a Obey, ya que la técnica del paste up la llevó a otro nivel. Recuerdo que fue súper adrenalínico la primera vez que vi como pegaba sus diseños del Gigante en tamaños “Gigantes” por toda la ciudad. Eso me marcó y desde que empecé con mis locuras (diseños) sabía que tenía que pegar en grande. Es por eso que cuando pego en la calle, mis diseños no suelen bajar del metro y medio de altura como mínimo, ya que me gusta que los personajes tengan un tamaño real y puedan ser vistos desde la distancia. Con respecto a Bansky, su lenguaje es brutal y súper fácil de entender. Tiene la facilidad con su obra de crear una lengua universal directa y sin medias tintas que me fascina. Si hablamos de distancias, hay tres súper marcadas: la trayectoria, su popularidad y sin duda la económica ( jajaj) . Pero a nivel artístico, para mí, tenemos lenguajes súper diferentes, con algunas cosas en común, pero en esencia estoy súper lejos de estos dos Monstruos del arte urbano.
5. En Málaga hubo polémica con la retirada de las piezas de Invader: ¿qué opinas de ese conflicto entre patrimonio y arte urbano?
El arte urbano es una forma de expresión que le da vida a las ciudades. Entiendo que hay una diferencia entre lo que hacemos algunos, como intervenciones más creativas o con un guiño artístico, y lo que puede ser simplemente un tag hecho por la adrenalina de marcar territorio. Visualmente, para la persona común, pienso, que puede ver más invasivo algo que es para mucho ilegible como el tag, que una pieza con un diálogo como la de Invader, Bansky o mía. Creo que ahí radica un poco el conflicto del arte urbano. Con esto quiero dejar claro que no desmerezco esta técnica, es parte de la escena urbana y en España tenemos una leyenda súper reconocida, que marcó un antes y un después. El famoso Muelle, que aún a día de hoy se encuentran algunas de sus firmas por Madrid, a pesar de los años que ya han pasado.
6. ¿Por qué es importante el arte callejero en la cultura contemporánea?
Sin duda el arte callejero es clave en la cultura contemporánea porque es como soltar una bomba de color en medio de la monotonía, del gris, de las cabezas agachadas haciendo scroll. Es la voz sin filtro de la calle, el grito que no pide permiso y que convierte cualquier pared en un lienzo democratizado. Nos hace parar, pensar, reírnos y a veces hasta provoca escándalo e indignación, que también viene bien ya que genera diálogos y es fiel amigo de los selfies, ¿qué más contemporáneo que eso?. En resumen, en mi parecer le pone chispa y rock and roll a la ciudad y conecta a la gente con el entorno.
7. ¿Qué distingue al arte callejero de otras formas de arte? ¿Es la inmediatez, el riesgo, el anonimato, la ocupación del espacio público…?
Si entendemos al arte callejero como un arte sin permiso, te digo: El peligro. Cuando entré en el arte urbano entendí que sería un delincuente que pega sus locuras en la calle. Y me siento así, ya que jugamos con esa fina línea de lo legal y lo ilegal. Es adrenalínico, adictivo y romántico, pero sobre todo peligroso ya que como decía antes, siempre estamos al límite del yin y el Yang.
8. ¿Cómo refleja el arte callejero los problemas sociales y culturales? ¿Crees que actúa como espejo, como altavoz, o como detonante de conversaciones que otros prefieren evitar?
El arte urbano es salvaje e indomable. Vivimos en una era donde pensábamos que teníamos libertad de expresión, que las redes serían el gran megáfono para denunciar lo evidente, pero cada vez son más sesgadas. El street art te permite eso, decir lo que sientes sin censura, con tu propio lenguaje, dejando pepitas de historia y conciencia en los subconscientes del caminante. Eso es lo que yo trato de entregar con cada obra que saco a la calle.
9. Utilizas referencias icónicas del mundo del cine, la política, la moda y la actualidad, a menudo dándoles un giro irónico reforzado por el título que eliges para cada obra. ¿Cuándo y cómo se consolidó en ti esta forma de expresión?
Soy un amante de los documentales, de las biografías, del rock & pop en todas sus facetas, así que en la búsqueda de un lenguaje propio, recordé haber escuchado en algún pasaje de mi historia personal, oscuro quizás: “encuentra tu propósito de vida”, – claro pensé yo, como si fuera tan fácil – y esa voz contestó “busca tu diamante en bruto y trabájalo hasta hacerlo una piedra preciosa” – Fue en ese momento donde me ilumino un rayo divino y me dijo, vaya mierda de frase, – yo asentí y la olvide, pero sin saberlo se había quedado guardada en mi subconsciente. Pasaron los años y nació Fiigueers y con él, la necesidad de encontrar un dialogo o lenguaje propio, reconocible y bien canalla. Entonces me iluminó nuevamente el rayo del que hablé anteriormente y me dijo “¿te acuerdas de la frase cursi de mierda?” Mi cabeza explotó y lo entendí todo. Fue ahí donde cogí una batidora y mezcle todas mis aficiones junto con un poquito de ironía que me encanta para dar ese sabor único.
10. ¿Cómo es tu proceso técnico de trabajo? ¿Partes de bocetos, de fotografías, de collages digitales? Tu espacio de creación parece moverse en la familiaridad con el caos: ¿cómo influye ese desorden en el nacimiento de cada obra?
Mis locuras nacen en el Collage digital y como bien dices, dentro de mi caos. Nunca tengo una idea clara de lo que quiero hacer, es un desorden constante en mi cabeza, antes de llegar al final de la obra. Muchas veces empiezo con un rumbo que me parece lo más, pero en mi catarsis se va moldeando y la mayoría de las veces no es nada parecido a la idea concebida en un principio. Una vez terminado digitalmente, lo imprimo y salgo a pegarlo a la calle. Luego de que el paste up está en la urbe, llega otro momento de caos en mí, ahora empieza el collage analógico, en donde suelo hacer mis obras en soportes de madera, mezclando así, materiales reciclados como cartelera callejera, con un sinfín de materiales para crear una obra llena de texturas entre desorden y mucho Rock & Roll!
11. La música forma parte de tu obra de manera muy notoria, con piezas como Frankie y su Shurry, Rock! o Madonna y Olé!, que incluso ofreces en láminas numeradas. ¿Cómo influye la música en tu proceso creativo y en el ritmo de tu trabajo?
La música es como el alma secreta de mis locuras. O sea, cada vez que me pongo a crear en la cueva (estudio), siempre tengo alguna canción que va marcando el ritmo. No es solo que me inspire, es que realmente la música me ayuda a soltarme, a conectar con ese rollo canalla y a darle un pulso a lo que estoy haciendo. Muchas veces es Rock, pero también puede ser música clásica, depende del estado en el cual me encuentre.
12. En tus redes mencionas una calle de Alicante donde varios artistas urbanos comparten pared. ¿Cómo vives ese cruce entre lo colectivo de la calle y lo íntimo del estudio? ¿Trabajas con alguna galería? ¿En qué formatos desarrollas tu obra más allá del muro?
El cruce entre lo colectivo y el estudio son dos vertientes súper distintas y me hacen ser feliz, ambas. En Alicante hay muy poca cultura Paste Up y tener una calle en la cual veo más artistas que se suman a esta técnica me flipa. Con respecto al estudio, es mi mundo. Aquí reflejo completamente mi caos, el jugar con materiales reciclados, pintura, recortes de revista, póster clásicos de la cultura pop, texturas, masilla, cemento, telas me hacen volver a mi niñez, a mi ser más creativo, al explorador que no tiene miedo al error. Gracias a este niño del que hablo, mis obras están en la galería que apostó por mí, Galeria Mithra, que se encuentra en el mismo corazón del casco antiguo de Alicante (C/ Villavieja 1 ). Marie Navarro es la dueña y hoy en día, una gran amiga, súper valiente y consciente con sus artistas.
Con respecto a los formatos que trabajo son varios, uno de ellos son mis laminas enumeradas, a un precio súper asequible para cualquier público y de ahí saltamos a mi gran formato, hechas en una base de madera contrachapada de 120 x 80 cm, cada pieza es única en su fondo. También trabajo utilizando como base de mi obra, cartelera reciclada. Son capas y capas de carteles que crean una base sólida, con la cual se puede trabajar y dejando un lenguaje mucho más urbano a la pieza, y como último me he aventurado en la escultura, recogiendo basura de contenedores de la construcción he creado La Torre, una obra sin referentes. Tienes que verla.
13. En cuanto al mercado, ¿dónde notas más movimiento en tus ventas: a través de tu web, de Instagram o en exposiciones con galería? ¿Cómo ves la salud de las ventas en el arte urbano hoy en día?
Te podría decir que es una mezcla de todo. Por redes sociales se crean bastantes ventas de mi obra y llego a muchos públicos, pero debo de confesar que es un público más de formatos económicos, aunque he vendido también mi obra de mayor valor por este medio, lo común es que sea un público de láminas. Mientras que mis ventas más grandes han sido, directa o indirectamente por mi Galería.
14. ¿Cuál dirías que es el perfil de tu clientela: más nacional o extranjera? ¿Predomina algún rango de edad o tipo de coleccionista?
Tengo dos perfiles súper marcados, el nacional en un 95 % compra laminas enumeradas, claro está que hay algunas excepciones, pero en su mayoría es así y el rango de edad es desde los 30 a 55 aprox , mientras que los extranjeros en su mayoría holandeses, franceses, italianos y Suizos son los que compran mis obras de mayor tamaño y valor, siendo su promedio de edad de los 50 hasta los 80 años, en lo personal me hizo súper feliz que una persona de esa edad quisiera tenerme en su colección de arte. Ahí me di cuenta que mi lenguaje no tiene edad, sino un diálogo que conquista.
15. El arte callejero está expuesto a desaparecer: lo borran, se degrada con el tiempo. ¿Cómo vives esa fragilidad? ¿La asumes como parte de la obra o la sientes como pérdida?
Desde que pego mi arte en la calle, esa pieza, en esa pared, ya no me pertenece. No es que elimine mi autoría de la obra, sino que ella cobra vida propia y empieza a evolucionar gracias a las intervenciones de la gente que las ve y del clima. Hay muchas que duran años, como las que tengo pegadas en Valencia, con una cultura del paste up exquisita y otras que duran horas como me ha pasado en Madrid. Por eso amo esta técnica, porque es efímera y eso le da mucho más valor para mí.
16. ¿Qué artistas te han influido a la hora de crear y de construir tu propio lenguaje visual?
Sin dudarlo, aunque siempre están los grandes como los que mencionamos al principio de la entrevista, mi principal referente y mentor en el paste up es @caiozzama , un artista chileno que conocí gracias a las redes sociales y el cual me enseño grandes tips para empezar a realizar esta técnica. Luego están los chicos de @thepostman_art que también influenciaron mucho en mi estética.
17. Si pudieras dejar un mensaje definitivo en un muro que permaneciera para siempre, ¿qué diría y qué te gustaría que significara para las generaciones futuras?
Sueña, pero sueña con fuerza y con los ojos bien apretados. Sueña, porque todos los sueños se cumplen.
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